viernes, 28 de junio de 2013

Cerrando un ciclo más!!!

Se cierra un ciclo más en mi vida…

Estimados lectores, antes que nada, me disculpo con ustedes, pues debido a los cambios de oficina que vivimos desde hace unas semanas atrás, el equipo de trabajo ha tenido algunos inconvenientes en cuanto a la adaptación, y eso ha sido el motivo por el cual hemos estado incomunicados por la red; pero ahora que ya nos adaptamos al nuevo lugar, retomamos nuestras labores cotidianas con las que colaboramos en la construcción del Reino…

En esta ocasión, quiero compartir con ustedes en este “Viernes de Opiniones” la experiencia de culminar un semestre más en la carrera que me prepara para ser, no solo un buen profesional que sirva a la sociedad, sino también un buen laico que se preocupe por construir una comunidad más fraterna desde mi campo laboral.

Este ciclo escolar 2012-2013 ha sido rico en experiencias: desde las más comunes, como son la convivencia diaria con los amigos y compañeros, hasta las no tan comunes, como las diferencias entre los mismos compañeros.

Algo que me ha llamado mucho la atención es la falta de moral que se vive en el camino a la profesión. Algunos de mis compañeros no tienen conciencia cuando se trata de hacer malas jugadas, sobretodo, en los exámenes… Al respecto, me pregunto seriamente: ¿Será que ellos están conscientes de que se están haciendo un mal? Pues si ahora como estudiantes “juegan sucio”, mañana como profesionales, si hoy están apagando la voz de la conciencia, ya no la podrán escuchar cuando el vicio sea mayor y sus acciones sean peores…

Por otro lado, la experiencia de conocer más a fondo mi carrera me ha llevado a proponerme grandes proyectos. Por ahora, los reservo en el pensamiento solamente, algún día se los he de compartir.

Al finalizar este 4° semestre, con un orgulloso 93 de promedio final, solo puedo decir ¡GRACIAS! A Aquél que siempre ha estado junto a mí, en las buenas y en las malas… a Aquél que en su infinito amor me señala lo que es bueno y lo que es malo y me dice: “La decisión es tuya. Yo estoy contigo”… a Aquél que todos los días me inspira y me manifiesta su Presencia en cada acontecimiento de mi vida.



Serán 2 meses de trabajo en la DIDIPAC y en mi trabajo. Espero aprovechar este tiempo para descansar un poco, pues la primera semana de septiembre que reanude mis clases, quiero ser mejor estudiante que antes, y sé que puedo, porque tengo a Alguien que me ayuda siempre. 


sábado, 1 de junio de 2013

Ahora sí, ya es oficial!

¡¡Hacia una nueva aventura!!

Antes de iniciar, quisiera decir algunas palabras que reflejen lo que he vivido en este tiempo: en primer lugar, el paso de Dios por mi vida, en todos los aspectos, pero hay uno que me deja conmovido: ver que allí en mi pueblo, Ticul, el anhelo de promover la devoción a San Antonio de Padua y fomentar una digna Fiesta Patronal, están dando los primeros frutos, pues mi párroco ha dicho sí a todas las propuestas que, junto con otras personas, hemos planteado para fomentar la fe, la participación y la unidad de mi querida Parroquia.

Por otro lado, en el ámbito universitario, desde hace unas semanas, nos enteramos que una de nuestras maestras extranjeras nos abandona porque inicia una nueva etapa en su vida… ayer fue su último día de clases en el CEUM… se despidió de nosotros… aunque la vida consiste en estas continuas experiencias, el corazón y la memoria tardarán en aceptar las cosas de la vida y en adaptarse a las nuevas…

Al respecto, hace unas cuantas semanas, llegó la noticia de algo que, aunque es normal en la vida parroquial, no es quizás tan anhelado: el anuncio de cambios de sacerdotes. Lo que pegó con más fuerza fue que se irán los dos sacerdotes y hasta el diácono permanente…

Después de 1 año y 9 meses, una página más da vuelta para no regresar y una nueva aventura comienza a escribirse en mi vida: aquél jueves 8 de septiembre de 2011, con el apoyo de un gran sacerdote, Pbro. Juan Pablo Moo, inicié esta experiencia de ser miembro del cuerpo de trabajadores en la Parroquia “El Divino Redentor”, concretamente en el área de oficina. Agradezco profundamente a mi Maestro haberme guiado hasta este lugar. Todo ha sido gracia y bendición.

Sin duda alguna que este tiempo que estuve en la Parroquia, muchas fueron las experiencias que marcaron mi vida: en primer lugar, el testimonio sacerdotal del padre Juan Pablo. Su entrega como párroco, su preocupación por mostrar el Rostro de un Cristo misericordioso, amable, comprensivo y cercano fueron rasgos característicos que, al verlos cada día en su persona, eran una sublime lección para mí y una constante confrontante para entregar mi vida desde mis realidades concretas en las que me toca vivir: escuela, apostolado, trabajo y familia. Padre Juan Pablo, gracias por los diálogos y sus consejos, estoy completamente seguro que siempre estuvieron encaminados hacia el crecimiento de mi persona. Gracias por la confianza que me ha mostrado, y que me muestra ahora, al pedirme que lo siga de cerca para continuar colaborando en su ministerio sacerdotal; con su cercanía, me ha mostrado la paternidad sacerdotal… sencillamente: ¡gracias!

De igual manera, agradezco al padre Humberto y al diácono Mario por compartir la vida...


Siempre que se trata de despedidas, genera en el corazón nostalgia y viejos recuerdos… aquí en la oficina aprendí a ser más responsable, a saber organizar mi tiempo para dedicarle una parte a mi carrera como estudiante de Lengua Inglesa, y otra parte a mi labor como trabajador. Aquí pude poner en práctica tantas cosas que el Seminario impregnó en mi corazón… Cada experiencia vivida ha marcado mi vida, y ahora, todo esto me llevo a mi nueva encomienda en la Parroquia de Lourdes que iniciaré a partir del martes 4 de junio. Es un reto que con ánimo decidido me propongo vivir, sabiendo una vez más, que no estoy sólo: Aquél que me amó y se entregó por mí es quien me guía y se conduce al camino que me lleva a mi felicidad plena. ¡GRACIAS, SEÑOR, POR TU AMOR!